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Recetas fáciles. Una novela. Un restaurante: "EL cartero llama dos veces". Listas de ingredientes y forma de preparación. Un amigo de la infancia y socio. Un griego muerto. Una mujer con dinero. Un ex actor porno. Un sicario. Cocaína y otras drogas. Un plan.

30.11.06

No sólo recetas, también podés recibir consejos sobre cómo cuidar el departamento de un amigo:

“Si ya está cansado del lugar donde vive desde hace unos meses, aproveche la oportunidad y meta todas tus cosas en cajas y déjelas en la casa de su madre. En un par de bolsos ponga lo que va a necesitar para esos días: ropa, elementos de higiene personal, su sable de samurai, su hacha de cocina. Después de eso, llévele las llaves al dueño del lugar donde alquila. Mándelo a la mierda. Nunca mandó al plomero a que solucione los problemas con la ducha, ni al electricista, y el tipo que mandó a solucionar las goteras, hizo que se llueva peor.
Su amigo vive en uno de esos edificios antiguos, de departamento enormes, con techos altísimos, y pisos que brillan por sí solos. No le tocó uno de esos departamentos, alquila uno pequeño en la terraza. Un lugar que se construyó para que viva el portero. El portero no vive allí, así que su amigo consiguió ese departamento a buen precio, y se da el lujo de vivir en uno de los edificios de más categoría de la ciudad. Así es su amigo. La imagen no es poca cosa para él.
Pague el taxi. Abra la gran puerta principal. Atraviese el pasillo central mirándose en el enorme espejo. Tiene esos ascensores con rejas y dos puertas, una abre de un lado y la otra del lado contrario. Accione el botón que dice azotea. Si alguna de las señoras del edificio viaja con usted y lo mira raro porque no lo conoce, explíquele por qué está usted allí. Invéntele un parentesco con el dueño del departamento que va a cuidar usando palabras como yerno, o cuñado, eso le va a gustar. Ábrale la puerta cuando ella llegue a su piso, y salúdela amablemente.
Atraviese la terraza y llegue hasta el departamento. Elija la llave correcta. Si se equivoca se puede trabar la cerradura y tendrá que llamar a un profesional para entrar.
Su amigo se fue el día anterior, pero el gato seguramente estará hambriento, y asustado. Déle de comer. Hágale ver quién es el que manda. Una buena patada a tiempo puede evitarle problemas en el futuro.
Lleve sus cosas al cuarto y acomódelas donde pueda. Tienda la cama. Lave los vasos sucios que quedaron en la cocina. Chequee los víveres que puedan haber quedado y no van a durar hasta que los dueños regresen. Prenda el aire acondicionado si hace calor; al fin, usted le está haciendo un favor a su amigo, y no se va a privar de cosas elementales.
Si su amigo no es muy confiable, hace tiempo que no lo ve, y ya ha tenido problemas por su culpa: busque restos de drogas, armas, o cualquier cosa que lo pueda comprometer. Si encuentra drogas, consúmalas o guárdelas mejor. Si encuentra armas, escóndalas en la terraza entre las plantas; es un espacio de todos y puede negar que tenga algo que ver con eso llegado el caso.
Limpie lo más que pueda y llame alguna chica que tenga en vista y dígale donde está viviendo. Seguro en unas horas va a estar allí. No le diga que ocupa el departamento del portero por el momento.
Saque las fotos de su amigo y la novia. Prepárese algo de comer. Espere. No le gusta esperar, pero no le queda otra alternativa. Mire por al mirilla de la puerta la terraza, si quiere; pero no le va a servir de nada a menos que ella llegue en helicóptero, y vea las aspas agitar los geranios medio marchitos, los lazos de amor, y los cables de teléfono. Siga esperando. No trate de mirar por la ventana. El departamento de la terraza da a la calle, pero debajo del balcón está el gran alero del edificio; puede mirar la ciudad si quiere, pero no puede mirar lo que ocurre debajo. A lo lejos ve una avenida y reconoce entre los vehículos que pasan cuál de ellos es un taxi. Calcula las posibilidades de que uno de esos taxis sea ella, pero es una entre millones.
Abra y cierre cajones. Mire algunas fotos. Si en una de ella se encuentra usted, diviértase un rato: usted y su amigo a los dieciocho años, tocando e una banda punk, un público selecto los mira. Casi no recuerda ese día ni cómo se llamaban las pastillas que habían descubierto en esa época. Sólo sabe que eran del tamaño de una lenteja y de color claro. Guarde la foto. Siga buscando. Es la única foto que su amigo tiene de usted. Siga esperando.
Si la chica llama y dice que está atrasada, aproveche para ir al baño. Su amigo dejó un par de revistas. Ojee una: armas. Ojee la otra: armas. Tire un poco de desodorante de ambientes. Tiene ganas de seguir en el baño, algo no le ha caído bien. Si siempre le pasa lo mismo cada vez que espera, tómeselo con calma, nada raro está pasando. Siga en el baño ojeando las revistas. Tome otra: mujeres. Prepare el terreno. Hay una parecida a la que está esperando, o eso cree. Es su día de suerte, pero no llegue a mayores. No se quede sin energía antes de tiempo.
Cuando calcule que la chica está por llegar, baje y espérela en la puerta. Si hace tiempo que no la ve, no trate de reconocerla entre la gente, ni dentro de los taxis que paran. Si cuando la ve, le parece que la recordaba distinta, no trate de confirmar si se trata de la persona que usted creía o no. Eso no es importante en este momento. La revista de su amigo puede haberlo confundido un poco.
En el ascensor haga como si nada, como si fuese normal para usted vivir en un lugar así. Después de todo, cuando lleguen al departamento de la terraza ella entenderá mejor las cosas. Se desilusionará un poco. Pero no es grave.
Si la chica está de buen humor, contágiese y averigüe: en esos días ella se encontró con un amigo, que usted también conoce, que conoce a un tipo que es secretario de un político, y tiene un negocio para todos. Cocaína. Mucha.
Ella le va a decir que les dio la dirección de donde iba a estar y que cree que van a llegar en cualquier momento.
Bésela y llévela al cuarto antes de que lleguen. Llévela también al baño si su amigo y la novia de su amigo, antes de irse, lo dejaron con esa idea. Recostado en la cama, consiga más información.
Dígale que no le parece buena idea atender cuando suene el timbre.
Si le responde que a ella sí le parece buena idea, no discuta. Ella se muere por esa droga y sobre todo si es gratis. No trate de cambiarla, es imposible. No se le ocurra echarla enseguida tampoco. Usted está cansado de su trabajo decente, y quiere ver de qué se trata el negocio del amigo de su amigo, y ella aún le sirve.
Espere. La espera acompañado es mucho mejor que la espera en solitario.
Cuando suene timbre abra desde ahí mismo. No se deje ver tanto por el edificio.
Salude al tipo que conoce y salude al otro también.
Este otro trae un bolso de mano. No le pida que lo deje donde usted quiera, no lo va a hacer por ahora.
Siéntense los cuatro en la mesa y diviértase viendo cómo el tipo que conoce y la chica, no soportan la espera.
Si la chica abraza al del bolso y el del bolso lo mira para ver qué hace usted, no se haga el novio de la chica, ni nada de eso.
Su amigo dejó cervezas en la heladera, abra una y dele a cada uno un vaso limpio. Si en algún momento se da cuenta de que el tipo del bolso cree que usted es un tonto, que puso su departamento para que ellos se diviertan, no haga nada. Métase en ese papel de estúpido y espere.
Si varias horas más tarde el del bolso y la chica están en el cuarto, y usted se quedó con el otro en la mesa, y este no para de hablar y de contar cosas que no le interesan, piense seriamente en echarlo. Si usted no hace lo que debe hacer a tiempo, más tarde puede ser muy tarde.
Si en ese momento, al tipo que está con usted en el living le da un ataque de epilepsia, sosténgalo para que no se golpee contra los muebles. No llame a una ambulancia, va a tener que decirles la verdad y su amigo que está de viaje no lo va a perdonar. Recuerde que hacía tiempo que no se veían y que él igualmente confió en dejarlo al cuidado de su departamento.
Cuando se le pasen las convulsiones acuéstelo en el sillón y llame a la chica y al tipo del bolso. Recuerde que ella le contó que el del bolso trabaja con un político, eso quiere decir que el tipo sabe cómo arreglar algunos problemas.
Si la chica no quiere dejar la cama porque cuando lo intenta se cae, déjela ahí mismo. Si el del bolso está tan paranoico que quiere irse, con el bolso, y dejarlo con todo ese lío a usted solo, golpéelo con algo contundente. Evite hacerlo sobre la alfombra de la novia de su amigo. Si no puede evitarlo, comience a pensar en un buen producto limpiador.
Si su amigo regresa en ese momento va a tener problemas, tiene a una chica muy drogada en el cuarto, a un tipo reponiéndose de un ataque de epilepsia en el sillón, y a otro desmayado en el suelo, con la cabeza rota, junto a un bolso repleto de cocaína, y tiene la alfombra de su amigo con sangre; pero su amigo está muy lejos, con su novia, frente al mar, y es casi imposible que regresen justo en ese momento. Tiene tiempo. Llegó la hora. Ponga la música un poco más fuerte. Abra uno de sus bolsos. Saque el sable, un cable de acero, un hacha de cocina. Cuando todo termine cuente con su gente de confianza. Lávese las manos. Tome el teléfono.”

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